En un esfuerzo por promover la inclusión y la accesibilidad en los espacios culturales, la Dirección museológica a través del Museo de la Exploración R.A Philippi ha lanzado la iniciativa: “Hacía un museo sin barreras. Nuevas museografías para la inclusión y accesibilidad”. Este proyecto tiene como objetivo principal la actualización de las museografías, incorporando herramientas tecnológicas como la aplicación Lazarillo, para que así las personas en situación de discapacidad visual y culturas sordas puedan acceder al patrimonio y la cultura de manera igualitaria.
La primera fase de este proyecto consiste en realizar un diagnóstico participativo para identificar las necesidades y requerimientos que tienen estas comunidades. Es por esto que en el mes de junio, la Agrupación Solidaria de Sordos Valdivia visitó las instalaciones del Museo Philippi para recorrer sus espacios y tener un primer acercamiento al sitio. La Dirección Museológica realizó una actividad donde los visitantes de la agrupación identificaron cuáles eran los objetos que más les llamaban la atención y consideraban necesarios ser incluidos en esta nueva actualización, así como también en la información que aportará la ampliación Lazarillo y que será implementada en el museo.
Con este proyecto se busca profundizar en los procesos de accesibilidad e inclusión en el Museo de la Exploración R.A. Philippi a través de la actualización de las Museografías con la incorporación de tecnologías inclusivas tales como: geolocalización, audioguías, rótulos en lenguaje braille, signoguías, entre otras, con el objetivo de generar espacios participativos en asuntos públicos en el ámbito de la cultura y el patrimonio para todas las comunidades. También se espera que la implementación de estas tecnologías permita sensibilizar a los públicos no discapacitados sobre los Derechos Culturales que estos requieren.
La presidenta de la Agrupación Solidaria de Sordos Valdivia, Valeria Chacón, se refirió a las principales barreras que pudieron identificar en su visita al Museo, “la principal barrera es que toda la información está escrita, la mayoría de las personas sordas no saben leer, nosotros entendemos mayormente a través de señas, si hubiese códigos QR para tener acceso a la información a través de lengua de señas sería fantástico”. La Directora de Cultura de la agrupación, Gladys Mora, comentó que tan solo el 20% de la comunidad sorda sabe leer, y que el acceso a la cultura y el patrimonio en general es deficiente en este tipo de espacios.
Este proyecto no solo beneficiará a las personas que tienen alguna discapacidad visual o auditiva, sino que también busca que la población general empatice con las comunidades y reflexionen sobre sus derechos a la cultura.